En la vida nos preparamos para lo peor, pero esperamos siempre lo mejor.
Aprendemos a mirar más allá de lo que hay en la grasa y la harina…
La oscuridad aparece sobre el mundo, pero quedan momentos luminosos, un esparcimiento compartido en el lóbulo temporal del cerebro, un profundo agradecimiento por lo que significa estar vivo, pero sobre todo una necesidad compartida de reflexión sobre lo que nos rodea que nos permite formarnos para una sociedad que se encuentra en continuo cambio…